COMUNICADO A LA OPINIÓN PÚBLICA No. 001
Noviembre 18 de 2005
En ejercicio de la jurisdicción especial indígena y el sistema normativo Awá, las Autoridades tradicionales y la Organización Unidad Indígena del pueblo Awá -UNIPA-, damos a conocer a la Opinión Pública nacional e internacional y a los Organismos de los Derechos Humanos lo siguiente:
Desde hace más de una semana se vienen presentando enfrentamientos en las poblaciones de hermanos afrodescendientes y campesinos de las Veredas: Río Mataje, Mateplatano y la Balsa, en el Municipio de Tumaco, Departamento de Nariño. Como resultado de ello hay más de 870 personas desplazadas al vecino país del Ecuador y hay familias indígenas Awá que aún permanecen en el territorio cerca de estas localidades. En estos lugares aún continúan los atropellos de los actores armados, especialmente de la fuerza pública, que ha prolongado los bombardeos cerca de las casas poniendo en grave peligro a la población civil.
El 11 de noviembre hubo un fuerte enfrentamiento entre grupos armados ilegales, al parecer entre paramilitares y guerrilla, cerca de la comunidad indígena de Piedra Verde a 14 km. de la carretera que va a Tumaco, en el municipio de Barbacoas. En esta oportunidad se destruyó completamente una casa de familia mediante el uso de explosivos.
Desde el pasado lunes 14 de noviembre de 2005, más de 200 hombres pertenecientes al Ejército Nacional llegaron a la población de Junín, municipio de Barbacoas. Luego avanzaron hasta la vereda el Limón, localizada sobre la carretera que conduce de Junín a Barbacoas. En este lugar, muy cerca de las casas, instalaron sus campamentos poniendo en peligro a la población y violando los principios básicos del Derecho Internacional Humanitario (DIH). A pesar de que la Defensoría del Pueblo, regional Nariño, dio a conocer nuestras denuncias a las fuerzas militares, no se tomaron las medidas de protección necesarias.
Hoy, 18 de noviembre de 2005 en horas de la tarde, tuvimos conocimiento de fuertes enfrentamientos armados y bombardeos en las poblaciones de Buenavista y Carcuel. Según información de los habitantes de la región, como resultado de los enfrentamientos entre el ejército nacional y los grupos armados al margen de la Ley, hay un civil muerto, varios heridos de gravedad y población desplazada. En este momento hay una gran preocupación e incertidumbre de los pobladores nativos Awá, campesinos y afrodescendientes que habitan en la vía Junín-Barbacoas. Igualmente hay personas civiles que se han desplazado hacia las comunidades y resguardos indígenas, mientras tanto la fuerza pública, aprovechando su ausencia, ha tomado las casas, los enseres y animales.
Así mismo, hay una gran tensión por la presencia de la fuerza pública en otros sectores de la región, ya que se están situando dentro del territorio del pueblo Awá, especialmente en los resguardos de Chinguirito Mira, La Brava y Piguambí Palangala. Esta situación se pone cada día más difícil, ya que los señalamientos por parte de todos los actores son cada vez mayores y se nos acusa a la población civil de pertenecer o colaborar con los diferentes grupos. Esto resulta en serias amenazas a las autoridades tradicionales y líderes de la Organización indígena, que cada vez son más persistentes.
Por lo anterior denunciamos esta crítica situación ante la opinión pública Nacional e Internacional y ante los diferentes organismos de protección y prevención de la violación de los derechos fundamentales de las poblaciones más vulnerables, para así lograr un acompañamiento y seguimiento permanente.
Esperamos contar con la solidaridad del pueblo colombiano y de la comunidad internacional y lograr el esclarecimiento de los señalamientos injustos, que de manera irresponsable y carente de veracidad, nos vienen haciendo de manera generalizada todos los actores armados del conflicto.
Vemos con preocupación que algunos actores nos quieren castigar por los trabajos que venimos realizando en beneficio de las comunidades más necesitadas y en situación de vulnerabilidad y por el hecho de que estamos trabajando para fortalecer la cultura tradicional y por conservar nuestro territorio ancestral. Igualmente nos hacen señalamientos cuando salimos a vender algunos productos de la región y a hacer las compras de las cosas que necesitamos; los unos nos acusan de auxiliadores o informantes de los otros y los otros también nos acusan de lo contrario y solo por defender nuestra posición de autonomía indígena. La guerra que se está librando, es totalmente ajena a nuestra cultura y a las expectativas reales de vida en nuestro territorio ancestral.
Al presidente de la República, doctor Álvaro Uribe Vélez, EXIGIMOS NO PONER EN RIESGO A LA POBLACIÓN CIVIL, ESPECIALMENTE DENTRO DE LOS RESGUARDOS INDÍGENAS e igualmente EXIGIMOS EL RESPETO DE LOS DERECHOS HUMANOS (DDHH) Y EL DERECHO INTERNACIONAL HUMANITARIO (DIH). Así mismo, solicitamos con urgencia que el ejército nacional y los actores armados al margen de la ley, permitan el ingreso de las misiones humanitarias y médicas para la atención inmediata de personas civiles heridas gravemente durante los enfrentamientos.
POR EL DERECHO A LA VIDA, TERRITORIO Y CULTURA EXIGIMOS RESPETO A NUESTRA IDENTIDAD Y AUTONOMÍA.