COMUNICADO DOS
Medellín, octubre 10 de 2005
Marcos Soto resultó muerto por acción de la Policía cuando marchaba a Risaralda de Belén de Umbría en apoyo a la Minga Embera que se viene realizando en diferentes puntos del país. Denunciamos al gobierno de Alvaro Uribe por este asesinato aleve que pone en entredicho el espíritu demócrata que pregona a los cuatro vientos.
Junto al compañero Soto resultaron heridos otros diez comuneros que de manera pacífica vienen realizando este tipo de acciones bautizadas como Minga, y que buscan visibilizar la situación de exterminio a la que estamos sometidos los Pueblos Indígenas de Colombia. Este asesinato será denunciado ante los organismo defensores de derechos humanos y ante la comunidad internacional. Los primeros hostigamietnos a los caminantes comenzaron en horas de la mañana por parte de la Policía al detener a los marchantes que partiendo desde Santa Rosa de Cabal buscan llegar a Manizales. A punto de bolillo, gases lacrimógenos y los consabidos e infundados señalamientos de que la marcha Embera está infiltrada por la subversión, los policías se han ensañado contra mujeres, ancianos, hombres y niños que hacen parte de esta multitudinaria manifestación que se acerca a los quince mil indígenas.
Señor Presidente, a alguien que actúa como lo viene haciendo contra los Pueblos Indígenas no lo reconocemos como la máxima autoridad de los colombianos. Lo responsabilizamos de este crimen y de todos los que se desencadenen con la represión policial ante la cual no nos quedaremos quietos. Por lo visto la única forma de ser tratados de manera condescendientes en Colombia es armarse. Habla con los paramilitares en Ralito, habla con los guerrilleros en las cárceles, habla con todo aquel que esgrima un arma como argumento de lucha. Igual trato no le da a los que a cambio de armas recurren a la razón.
¿Acaso tendremos que armarnos para que seamos tratados con dignidad? Usted tiene la palabra, señor presidente.
COMITÉ EJECUTIVO