Serán eternas nuestras lágrimas para llorar este horrible magnicidio. Pero con ellas mismas desde ya, fertilizamos al lado de nuestros hombres este gastado vientre, para concebir un nuevo hijo: el 22 de Septiembre de 2005 siendo una noche trágica de muerte, nació este equipo de guardianas y guardianes de la libertad y la vida de nuestros hijos universitarios.
Este equipo, esta nueva vida, este nuevo hijo, crecerá apoyado en la fuerza de todas sus manos juntas, LAS DE MADRES Y PADRES, que lo conformamos, para proteger a nuestros hijos no sólo de la policía (¡oh contradicción!) sino de todo aquel que nuevamente se atreva a atacarlos inspirados en su nefasta y fascista SEGURIDAD DEMOCRÁTICA, creada, sostenida, alentada y ejercida por usted sin ninguna vergüenza y sin trazas de dolor de padre. Sus hijos, se cerciora usted, están seguros en casa y universidad, ¿por qué los de nosotros no? ¿Encuentra usted alguna diferencia entre los suyos y los nuestros?, cierto que ¿también ríen?, ¿también sueñan?, ¿también gozan?, ¿también rabian con usted padre y con las injusticias? ¿También envejecen un pedazo de pan en su mochila mientras trasnochan estudiando, porque son responsables?
Nuestros hijos van a la universidad porque es el camino escogido para continuar la construcción de su identidad, y la de esta Colombia que nos pertenece a todos ¿Por qué, entonces los persigue? ¿Acaso no son pues el futuro del país? ¿Por qué señala a nuestros muchachos y los tilda de terroristas ante una policía que los odia por el sólo hecho de ser estudiantes?, ¿por qué le ratifica públicamente a la policía la orden de continuar con la arremetida, la persecución, el terror y el asesinato, hasta en el interior de la Universidad, territorio neutral, de construcción de cultura de vida? Estas aberrantes prácticas son las que no dan lugar a la paz que también buscan nuestros hijos con sus decisiones académicas y sus expresiones de desacuerdo. En realidad, cuando es usted el que autoriza el ingreso de la policía a la universidad a “acabar con los violentos”, nos deja tamaña duda sobre quien es el verdadero terrorista, pues en su diccionario, violento es todo aquel que ejerciendo su derecho constitucional a la libre expresión, se manifieste contrario a usted.
Es cierto que la alegría, la libertad y el deseo de construir un país democrático que caracterizan a nuestros hijos, deben ser condiciones de vida muy asustadoras para usted y los suyos, que no gustan de oír voces contrarias ni progresistas. Que para nada les suena la lucha y el compromiso libertario de ellos. Sí señor, ¡estos pueden ser sus sueños! Y tienen derecho a ellos pues rigen contra el hambre, la injusticia y la muerte que se campean en nuestro país cada vez con más propiedad desde los Proyectos de Reelección Presidencial, los Planes Colombia, los Tratados de Libre Comercio o de Revolución educativa, que usted con impunidad agencia. Un gobierno que mata los sueños de nuestros hijos no puede llamarse democrático, por eso nos constituimos en guardianes de los sueños de nuestros hijos que igual que nosotros llevan sangre colombiana y luchan para que quepamos todos en nuestra patria.
Todo este dolor de muerte, de ausencia física lo traduciremos en acciones reales para negarle el paso a la IMPUNIDAD y garantizar el RESPETO A LA VIDA de nuestros hijos dentro y fuera de la Universidad. El inicio de éstas será entonces la exigencia y logro de la destitución inmediata del director de la Fundación de apoyo universitaria, a quien una sospechada incapacidad total no le permitió prever las gravísimas consecuencias de su petición de la intervención de la policía; de la destitución inmediata del Secretario de Gobierno del Municipio, alguna vez joven universitario, quien ahora desmemoriado y prepotente da la orden de ingreso de la policía a la universidad, y la destitución inmediata del comandante de la policía quien con toda la alevosía que le permite su brutalidad dio la orden de disparar en complicidad de la oscuridad que manos oscuras le proveyeron. Posterior a la consecución de este primer paso también velaremos porque la investigación de los hechos sea real, con conclusiones y castigo merecido para los culpables. Por lo tanto haremos presencia viva en la comisión de investigación que se nombre y no cesaremos la denuncia de hechos y nombres que atenten contra nuestros hijos, en cualquier circunstancia, hasta dejarle sólo a la memoria estos tristes recuerdos porque no habrá más ningún hijo muerto en nuestra universidad.
No lo olvide señor presidente, mientras usted continué alentando la muerte y ordenando disparar a quienes no piensen como usted, estaremos presentes como madres y padres de nuestros Jhony, cuidándolos, defendiéndolos y permitiéndoles luchar por la otra Colombia, la de sus sueños y que evidentemente usted no comparte.
Padres, madres y familiares indignados de Univallle. Cali, Septiembre 25 de 2005
“Creyeron que te mataban con una orden de fuego, creyeron que te enterraban pero no sabían que lo que hacían era enterrar una semilla”
Ernesto Cardenal
¡Hasta siempre, Jhony!